Tejas planas vs tejas curvas, conoce los pros y los contras para tu tejado

Tejas planas vs tejas curvas, conoce los pros y los contras para tu tejado

A la hora de construir o rehabilitar una cubierta, uno de los aspectos clave es la elección del tipo de teja. Aunque pueda parecer un detalle estético, el diseño de la teja influye directamente en la durabilidad, la eficiencia del tejado y su integración con el entorno. En Cubiertas Reser, con amplia experiencia en soluciones para cubiertas, sabemos que esta decisión marca la diferencia entre una obra funcional y una que requerirá mantenimiento constante.

Dos de los modelos más utilizados en España son las tejas planas y las tejas curvas. Cada una tiene sus propias características, ventajas y limitaciones según el clima, la pendiente del tejado, el estilo arquitectónico y las preferencias del propietario. Entender bien qué aporta cada formato es fundamental para acertar en la elección.

Estética y adaptación al entorno

Las tejas curvas, también conocidas como tejas árabes o romanas, tienen una larga tradición en la arquitectura mediterránea. Su forma semicircular permite crear tejados ondulados, con una apariencia muy reconocible y armónica en entornos rurales o históricos. Este tipo de cubierta aporta una imagen clásica, ideal para viviendas tradicionales, masías, casas de campo y zonas donde se busca mantener una coherencia visual con el entorno.

Por su parte, las tejas planas ofrecen una estética contemporánea, más minimalista y limpia. Encajan a la perfección en proyectos de arquitectura moderna, urbanizaciones recientes o rehabilitaciones con un enfoque actual. Su acabado liso y uniforme permite jugar con colores y acabados, generando cubiertas discretas y sofisticadas.

Comportamiento frente al agua y el viento

Una de las funciones principales del tejado es proteger frente a la lluvia y otros agentes climáticos. Las tejas curvas presentan una gran capacidad de evacuación de agua gracias a su diseño, que facilita la circulación por los canales que forman las piezas superpuestas. Esta característica es especialmente valiosa en zonas de lluvias intensas, siempre que el tejado tenga una pendiente adecuada.

Las tejas planas, por otro lado, requieren una instalación más precisa para garantizar la impermeabilidad. Su forma hace que dependan más de la correcta solapación y del uso de elementos auxiliares como impermeabilizantes o sistemas de anclaje. Sin embargo, cuando están bien colocadas, ofrecen un excelente rendimiento incluso en climas variables y expuestos al viento.

Facilidad de instalación y mantenimiento

Desde el punto de vista de la colocación, las tejas planas suelen ser más fáciles y rápidas de instalar. Su formato regular y su peso controlado permiten cubrir grandes superficies de forma más eficiente. Además, al encajar con sistemas de gancho o clip, ofrecen mayor seguridad frente al desplazamiento por viento.

En cambio, las tejas curvas requieren una colocación más artesanal, en la que el solape y la orientación de cada pieza deben cuidarse al detalle. Esto puede implicar un mayor tiempo de obra y la necesidad de operarios especializados. Aun así, una cubierta bien ejecutada con teja curva es fácil de mantener y reparar, ya que las piezas se sustituyen de forma sencilla en caso de rotura.

Resistencia, durabilidad y sostenibilidad

Tanto las tejas planas como las curvas están fabricadas generalmente en materiales resistentes como cerámica o hormigón. Ambos tipos pueden ofrecer una larga vida útil si se instalan correctamente y se lleva a cabo un mantenimiento básico. No obstante, las tejas curvas, al apoyarse unas sobre otras sin anclaje, pueden moverse más con el tiempo si no se fijan adecuadamente.

Las tejas planas suelen tener una resistencia mecánica superior y se comportan bien frente a heladas, granizo o cambios bruscos de temperatura. Además, su menor porosidad contribuye a evitar filtraciones y problemas de humedad. En cuanto a sostenibilidad, ambos formatos pueden fabricarse con materiales reciclables, aunque el impacto medioambiental dependerá del tipo de materia prima y de los procesos productivos.

Precio, disponibilidad y personalización

El coste total de una cubierta no depende solo del precio de la teja, sino también de la complejidad de la instalación, los acabados deseados y los accesorios necesarios. En general, las tejas curvas pueden implicar un mayor tiempo de colocación, lo que se traduce en un incremento del presupuesto. Sin embargo, en zonas donde este tipo de cubierta es tradicional, su disponibilidad es amplia y su integración con otros elementos arquitectónicos puede suponer una ventaja.

Las tejas planas, al ser compatibles con sistemas constructivos modernos, permiten optimizar recursos y reducir tiempos de ejecución. Esto puede traducirse en una mejor relación calidad-precio, especialmente en obra nueva. También es importante tener en cuenta que existe una gran variedad de modelos, acabados y colores tanto en tejas planas como curvas, lo que facilita la personalización estética de cualquier proyecto.

Elegir entre tejas planas o curvas es una decisión que conviene tomar con asesoramiento profesional. En Cubiertas Reser estudiamos cada caso en función de la ubicación, el tipo de construcción, las preferencias estéticas y los objetivos de durabilidad para recomendar la solución más adecuada. Porque una cubierta bien elegida no solo protege, también aporta valor, estilo y tranquilidad durante décadas

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