Tejado de pizarra, ¿en qué situaciones funciona mejor?

A la hora de elegir el tejado de la casa, existe una gran variedad de aspectos que se deben tomar en cuenta más allá de la estética y el precio. Es necesario asegurarse que el tejado se adapta tanto a nuestras necesidades como las de la casa, así como el ambiente climatológico en el que nos encontramos. En la actualidad uno de los tipos más conocidos de tejado es el de pizarra; sin embargo, ¿es en realidad el indicado para ti?

Elegir un tejado para tu hogar no es sencillo, pero no imposible. En Cubiertas Reser conocemos muy bien sobre este tema, gracias a los largos años de experiencia en la instalación y renovación de tejados, principalmente de pizarra y de tejas. En este artículo te hablaremos sobre cuándo es mejor optar por este tipo de tejado y en qué situaciones te presenta más ventajas. ¡Elegir el tejado adecuado garantiza una larga durabilidad y un ahorro de costes en el futuro!

Tejados de pizarra, el mejor para los climas fríos

Si tu hogar está ubicado en gran altitud o te encuentras en una región en donde las nevadas no son extrañas, entonces lo mejor será opción para tu hogar será un tejado de pizarra. Es muy recomendable para estas zonas, ya que no tiene tendencia a acumular nieve en su estructura, tal como ocurre con los tejados de tejas.

Además, también hay tener en cuenta que se ensuciará menos con las lluvias, tendrá una mejor resistencia ante los elementos y los quebraderos de cabeza serán cosa del pasado. A diferencia de las tejas, tampoco acumulan moho ni hojas, elementos comunes en zonas menos soleadas de España. El aislamiento térmico característico de este tipo de tejado también te será útil para mantener el frío a raya y a consumir menos en calefacción o leña.

Un tejado de pizarra es accesible y pensado para las situaciones más difíciles

Cabe destacar que la pizarra en la actualidad es también un material bastante accesible, un cambio que ha hecho que muchas más personas empiecen a optar por este tipo de tejado en sus hogares. Por otro lado, su precio dependerá siempre de la geometría de la cubierta y de los cambios de nivel que tenga. Es decir, si hay chimenea, bordes, saltos o escalones, tal vez termine costando un poco más.

Sin embargo, te aseguramos que será por un precio que valdrá la pena. Sobre todo, si tienes un tejado con una pendiente más acentuada. Se debe a que, en estos casos, el recubrimiento necesitará menos piezas; por lo que terminará siendo más económico.

Beneficios de tener un tejado de pizarra

Además de ser un tejado ideal si vives en una zona fría y nevada; existen muchas otras razones por las que deberías optar por un tejado de pizarra, sin importar en qué zona te encuentras ubicado y el clima de tu zona.

Tiene un gran valor estético

La igual que el tejado de tejas, el tejado de pizarra también tiene su encanto. El color negro de su material siempre es de buen gusto y combina muy bien con los entornos rústicos. Se trata de un estilo que combina muy bien con las casas rurales, aunque también brinda un aspecto de calidad y funcionalidad que no se puede superar.

La instalación es rápida y accesible

Por supuesto, todo proceso de instalación requiere de preparación y conocimiento. Sin embargo, instalar un tejado de pizarra es bastante sencillo en comparación con otros tipos de tejados. En el proceso solo se requiere colocar las piezas planas de forma individual. De esta manera, se asegura que pueden dejar pasar el agua de los días de lluvia y que tienen una buena resistencia al tiempo.

Su capacidad de aislamiento es de otro mundo

No cabe duda de que el tejado de pizarra es uno de los tipos de tejados con mayor capacidad de aislamiento en el mercado. Se debe a que la pizarra es un aislante térmico natural, sobre todo cuando se trata del frío. Además, ofrece protección en nevadas y lluvias fuertes, así como la humedad.

El tejado de pizarra es ecológico

Sin duda alguna, que nuestro tejado sea un producto ecológico no es una característica necesaria; pero que todos podemos apreciar. La pizarra es un material natural que no requiere de tratamientos químicos ni proceso de fabricación extremos para su uso. Por lo tanto, usarlo requiere de una emisión mínima de CO₂; sin mencionar que es un material duradero, por lo que no requiere de explotación.