Las claves de la rehabilitación de tejados sustituyendo vigas estructurales
Dentro de la estructura de un edificio, los tejados son elementos especialmente vulnerables, ya que están expuestos a la climatología y los cambios de temperatura. A ello hay que sumar materiales más sensibles al deterioro (como puede ser la madera) o que han sufrido algún proceso que los ha debilitado, como ocurre con la aluminosis en el hormigón.
La estabilidad de los tejados es fundamental para la conservación del inmueble. No hay que olvidar que filtraciones y humedades pueden llegar a afectar seriamente no solo al confort interior, también al estado de otros elementos de la construcción. Por ello, el refuerzo o sustitución de vigas estructurales es esencial en cualquier trabajo de rehabilitación.
¿Cómo se garantiza la estabilidad de los tejados?
Cuando los tejados dan muestras de deterioro, lo adecuado es acometer obras de rehabilitación de inmediato. En ocasiones es posible introducir medidas correctoras o preventivas que eviten intervenciones de mayor envergadura en las vigas estructurales en un futuro cercano.
Si el estado de esas vigas estructurales presenta serias deficiencias, se optará por la sustitución. Cabe la posibilidad de una sustitución física, es decir, reemplazar la estructura dañada para colocar otra completamente nueva y más resistente en su lugar.
Es una solución duradera, aunque compleja. Hay que tener en cuenta que la sustitución física de las vigas estructurales implica en muchos casos levantar tejados completos. Sin embargo, a pesar del trabajo y el coste que representa, es la solución más adecuada cuando no solo son las vigas las que presentan mal estado.
Otra posibilidad es la sustitución funcional de las vigas estructurales. Es decir, estas no se cambian por otras. Lo que se hace es construir una estructura alternativa que será la que soporte el peso del tejado y reparta las cargas de modo que la estabilidad del inmueble no se vea alterada. Es una buena solución para problemas muy puntuales.
Con esa sustitución funcional, las viejas vigas estructurales se mantienen, pero pierden completamente su función. Este tipo de solución evita tener que realizar complejas obras para que la seguridad del tejado se vea comprometida, pero no es una solución integral.
Sustituir las vigas estructurales y reforzar los tejados
La sustitución de esas vigas estructurales en mal estado es la base de los trabajos de rehabilitación en tejados que muestran síntomas de deterioro, pero no es el único. En muchas ocasiones, ese deterioro está relacionado con problemas de impermeabilización o aislamiento, de modo que también hay que trabajar en estos aspectos.
Por ello, lo aconsejable es acometer una rehabilitación integral que asegure mucho más que unas nuevas vigas estructurales más seguras y resistentes. Es fundamental garantizar también las mejores condiciones para que los tejados se mantengan en perfectas condiciones en todos sus elementos.
Una buena impermeabilización, por tanto, es esencial. El agua es uno de los mayores enemigos no solo de las vigas estructurales, sino de cualquier elemento de la construcción. Una cubierta perfectamente impermeabilizada es la mejor garantía de para evitar problemas tan serios como la corrosión.
Otro trabajo imprescindible es tomar medidas para mejorar el aislamiento térmico, tanto para cumplir con la normativa como por criterios de eficiencia energética. En tejados, hay diferentes soluciones, desde la aplicación de materiales aislantes a cubiertas ventiladas.
En cualquier caso, las obras de rehabilitación de tejados que implican la sustitución de vigas estructurales son obras complejas para las que es esencial confiar solo en empresas especializadas. Cobertes RESER cuenta con una amplia experiencia en trabajos de rehabilitación. Cada proyecto se estudia al detalle para ofrecer siempre la mejor solución, una solución duradera y que cumpla en todo momento con la normativa.
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